lunes, 30 de noviembre de 2009

Por un sistema de autopistas verdaderamente federal



El pomposo nombre “Red Federal de Autopistas” consiste en un plan ideado por la Fundación Metas Siglo XXI, dirigida por Guillermo Laura, para la construcción de casi trece mil kilómetros de autopistas en nuestro país, cuyo costo final sería asumido por los consumidores que, según dicho proyecto, pagarían “solamente” la suma de dos centavos y medio por cada litro de combustible líquido o metro cúbico de GNC por cada mil kilómetros construidos (casi 35 centavos por mil litros o metro cúbico)

A primera vista, parece difícil pensar que alguien pudiera oponerse a semejante avance en materia de infraestructura comunicacional. El problema surge cuando uno comienza a indagar un poco más en el proyecto y se encuentra que en realidad no se propone construir nuevas vías de comunicación en nuevas trazas, sino que simplemente se propone construir las autopistas sobre las rutas existentes, en base a las trazas existentes.


A su vez, gran sorpresa asalta cuando uno ve el mapa con los proyectos de autopistas y desde luego no encuentra proyectada una autopista sobre la mítica Ruta 40 que une de punta a punta el norte con el sur y la sorpresa se acrecienta cuando al consultar personalmente vía correo a directivos de dicha fundación, se me informa que esa construcción puede quedar para otro momento.

A la hora de difundir su idea, hacen mención al sistema de autopistas de Estados Unidos de conectar “todo con todo” pero al comparar los mapas de rutas de Estados Unidos con el mapa del proyecto de esta fundación, la diferencia queda a la vista. Mientras en USA se conecta “todo con todo” a través de un fabuloso y federal sistema de autopistas, carreteras interestatales y estatales que forman un cuadriculado sorprendente y admirable, en este centralista proyecto que se sirve en vano de la palabra “federal”, podemos decir que se intenta mantener “todo conectado con Buenos Aires”, sin cuadriculado alguno y con todas las líneas de trazas llevadas a la “pampa húmeda”.

Uno de los fundamentos que exhiben cada vez que publican en forma sistemática y hace años el mismo artículo de difusión de su idea en distintos diarios del país, es que el actual sistema de rutas es obsoleto ya que fue diseñado en 1930. Sin embargo, y aquí viene la contradicción, su propuesta no solo justifica las trazas de 1930 sino que encima ahora quieren convertirlas en autopistas, manteniendo de esta manera el status quo en materia de vías de comunicación terrestre y por ende, asegurar de esta forma por lo menos otros cien años más el predominio de la región “centro” sobre las demás regiones de nuestro país.

Este proyecto nace con la misma mirada colonizadora de 1930, y todavía algunos creen que todos los caminos deben seguir conduciendo a Buenos Aires para salir al ya reducido mercado europeo, cuando algunos gobernadores visionarios han hecho en los últimos años grandes sacrificios para concluir caminos que conducen al Pacífico y poder ganar ese fabuloso mercado de miles de millones de consumidores que es Asia.

Es necesario estar a favor del desarrollo y a favor de que se construyan no 10 mil, sino 20 mil kilómetros de autopistas y vías de trenes, pero atendiendo a los principios que marca nuestra Constitución Nacional en su Art. 75 Inc. 2 donde dice que se dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional y que esto debe ser encausado en base a criterios de solidaridad y objetividad.

Actualmente, esta idea privada, se encuentra plasmada en un proyecto de ley nacional (Número de expediente 5815-D-2008) que ha tomado estado parlamentario el día 15 de octubre del 2008 debido a la firma y presentación de quince diputados nacionales, de los cuales la mitad pertenece a Santa Fe, Buenos Aires (Ciudad y Provincia) y Córdoba. No es la primera vez que este proyecto privado toma estado parlamentario ya que ha tenido presencia en ocasiones anteriores, siendo posteriormente archivado al transcurrir los dos años sin que el mismo sea aprobado.

También esta Fundación, desde sus inicios, ha buscado apoyo a nivel del Poder Ejecutivo Nacional (sin conseguirlo) y a nivel de poderes ejecutivos provinciales, y permanentemente difunde un documento de apoyo obtenido en 1998 en una reunión de ministros de obras públicas de todo el país en la Provincia de Santa Cruz, pero que no es más que eso: una intención, pero para nada ese documento implica un acto administrativo por más que quieran hacerlo aparecer como tal en las publicaciones que permanentemente realizan. Aún así, ya han pasado casi doce años y deberían buscar nuevos pergaminos que exhibir para tratar de lograr consenso.

A su vez, posiblemente, buscando ejercer presión y tratando de convocar quizá la mirada de dirigentes con responsabilidades en el Estado Nacional y/o provinciales, en los últimos meses han difundido en varios medios que cuentan con apoyos de varios bloques legislativos, cuando en realidad, basta con ver el listado de firmantes del proyecto para notar que solo se trata de apoyos unipersonales de diputados que pertenecen a esos bloques.

Para finalizar quiero citar un estudio de la consultora Avina, que se especializa en investigación para el desarrollo sostenible de América Latina a través de sus oficinas en nueve países de la región, y que publicó en marzo de 2009 en varios medios de Argentina un informe bastante desalentador donde señalaba que de no haber políticas de desarrollo en nuevas regiones “en solo treinta años, un cordón urbano se extenderá desde La Plata hasta Rosario y concentrará a casi media argentina”, mencionando también que el 50% de la población ocupará una franja que representa el 1% del territorio nacional, implicando ello la aparición de miles de asentamientos precarios sobre tierras rurales. No es para nada alejado de la realidad el pronóstico si consideramos la cantidad de población que reside hoy en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, La Plata y el Conurbano Bonaerense.

Si es esto último lo que queremos, habrá que apoyar este proyecto privado. Pero si queremos un país con desarrollos regionales y descentralizado a nivel económico e institucional, habrá que comenzar a trabajar en otros esquemas.

Formosa, Viernes 27 de noviembre de 2009

Manuel Panero Schipper
manuelpanero@gmail.com




Mapa de sistema de autopistas de EEUU en la actualidad
-/-
Mapa – Proyecto de Autopistas de la Fundación
Metas Siglo XXI (incluido en proyecto de
ley con estado parlamentario)

Ref: líneas azules = autopistas proyectadas

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miércoles, 18 de noviembre de 2009

La sustancia del jarrón

Hace unos años, el ex primer ministro de España Felipe González evocaba la vieja metáfora churchilliana que señala que algunos ex gobernantes son como jarrones chinos en una casa pequeña: “Son difíciles de ubicar, porque pongas donde lo pongas muchas veces molestan”, expresaba. Este calificativo que utilizaba refiriéndose a sí mismo se convertía en un autoelogio porque si bien esa obra artesanal podría resultar incómoda, era de alguna manera valiosa.

En nuestra provincia tenemos un ex mandatario que ha elegido el peor de los caminos a la hora de ejercer su adiós de la política. La cautela, la prudencia y la sensatez no son virtudes que lo acompañen en su postrimero transitar social. Todo ello evidencia, retornando a la alegoría que mencionábamos recién, que se empeña en demostrar que no es una pieza de la más fina porcelana del arte antiguo oriental.



En una incomprensible retórica comparativa pretende cotejar el presente, tiempo que sabe no propio, con momentos del pasado. Harto incuestionable es el desarrollo que está logrando Formosa con la ejecución del proyecto en marcha, más aun si dimensionamos de dónde venimos. A pesar de ello, el ex gobernador analiza la actualidad a la luz de lo sucedido en esos años, presentando “pruebas” que parecerían, a decir de los avezados en el Derecho, infalibles confesiones de parte.

Por mencionar sólo algunos ejemplos de sus insólitas aseveraciones, podríamos recordar sus palabras jactanciosas de que en su gestión más del 70% del presupuesto se utilizaba para abonar sueldos, alcanzando a plantear la falaz dicotomía de obra pública versus sueldos. Nada más lejos del juicio de un estadista. La amplia gama de actividades y funciones de un Estado moderno, aquí y en cualquier sitio del mundo, debe dirigirse y bregar por el bienestar de todos sus ciudadanos. La dirección política en la gestión de los recursos de toda una comunidad no debe encauzarse sólo a los emolumentos de los empleados del Gobierno. ¿Y la construcción de escuelas, hospitales, viviendas, rutas, la inversión social, la generación de fuentes genuinas de trabajo, la promoción de la economía real? El déficit de inversión en infraestructura básica y social de aquellos tiempos testimonia que, si bien para nosotros su concepción de buena gestión es equivocada, es absolutamente veraz lo que señala.

Otro hecho pretérito por lo que se envanece extrañamente, más aun en meses estivales, es el del bajo consumo de energía que tenía Formosa en esos años, causa por la cual a la matriz energética provincial le “sobraban megavatios”. Las estadísticas de las agencias de desarrollo asocian científicamente los niveles de bienestar, progreso y crecimiento de una sociedad con los indicadores de demanda y consumo energético. Por ende, es dable afirmar que la triplicación del consumo desde 1995 a la fecha habla de una fuerte inversión en la provisión de energía, un creciente desarrollo productivo de la provincia, una significativa elevación de la calidad de vida de los formoseños y un sustantivo avance en la distribución territorial de la electricidad.

Un tema de crítica utilizado con frecuencia por el ex gobernante es el manejo financiero de la gestión actual, siendo quizás el flanco más débil de su accionar al frente del Gobierno. Es innegable la prolija gestión de los recursos públicos desde el 95 a esta parte. El superávit financiero primario alcanzado año tras año permitió a la provincia reducir paulatinamente el peso de los servicios de la deuda y proyectar planificadamente el crecimiento económico formoseño.

El abultado pasivo que dejara como legado y condicionante a todos y cada uno de los formoseños debería al menos convocarlo a silencio. Más aun cuando es patente que ese stock de deuda no fue utilizado para la inversión social o económica, que hubiesen aportado algo concreto para la provincia, sino única y exclusivamente para financiar gastos corrientes y suplir el déficit crónico de aquella época. Formosa vive momentos trascendentales y de transformación estructural. Todos debemos colaborar para afianzar este proceso, aun en el disenso.

Agustín Samaniego
Diputado provincial

Presidente del Bloque
Partido Justicialista

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martes, 17 de noviembre de 2009

La Juventud en el Proyecto Provincial

La identidad de nuestro pueblo se robustece en todo gesto de memoria colectiva que expresa en cada reivindicación histórica. De aquí la importancia de recordar aquellas fechas que han dejado huellas en el espíritu popular, verdaderos hitos culturales en nuestra comunidad.
El 17 de noviembre de 1972 se transformó en un momento emblemático para el pueblo argentino. Más de 17 años de resistencia a la represión y la injusticia, tuvieron su recompensa con el ansiado retorno del General Juan Domingo Perón, luego de su prolongado exilio forzado por el sangriento golpe militar del 55. De aquí en adelante, aquella fecha se recuerda como el día de la Militancia Peronista.
El proceso revolucionario, nacional y popular, había sido iniciado un 17 de octubre de 1945. El peronismo representó para nuestro pueblo la consolidación de la fuerza política del trabajo, la producción nacional y la justicia social. El peronismo logró la alianza social entre los trabajadores, el empresariado nacional y sectores populares de la clase media, expresión que se simboliza en su escudo con las dos manos unidas.
El Peronismo, como doctrina filosófica de vida se había encarnado en el pueblo trabajador argentino, pues le significó la reivindicación sociocultural, la dignificación y la luz de esperanza de sus anhelos de emancipación. Derechos sociales como períodos de vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educación, el voto femenino, los planes quinquenales, el posicionamiento y protagonismo político argentino en el mundo entero, la conformación de un bloque continental sudamericano, son algunas metas alcanzadas por aquel gobierno.
Por todas aquellos logros alcanzados y arrebatados bajo el yugo de la censura, la represión, el exilio, la proscripción y el encierro, y a pesar de todos los flagelos que sufrió aquella valiente militancia, esclarecida y esperanzada, nunca claudicó y se mantuvo fervorosamente activa bajo la consigna del “Luche y Vuelve” para regresarlo al General Perón nuevamente al país.
Las generaciones jóvenes que no han tenido la oportunidad de conocerlo en vida al General, hoy descubren el sentido y la veracidad de que la justicia social, la independencia económica y la soberanía política se transforman en la única forma sustentable y viable de abordar la política en la vida democrática. La plena vigencia de las categorías de análisis y de soluciones, que nos dejara Perón, para los problemas de nuestro país incrementa la inmensa responsabilidad militante de la Juventud de hoy.
En Formosa se lleva adelante una transformación estructural en el ámbito social, económico, cultural y político, que se abreva en los principios del Justicialismo. El modelo formoseño es un modelo peronista. La juventud es protagonista en la concepción y ejecución del proyecto estratégico provincial que conduce el gobernador Gildo Insfrán, y debe fortalecer sus mejores cualidades que exigen los tiempos y desafíos que se avecinan. Formosa, brinda a los jóvenes, espacios relevantes en la vida política, social e institucional.
La nueva hora necesita de nuestro compromiso, los nuevos tiempos exigen a los jóvenes, energía y carácter para llevar a cabo los ideales y las utopías que desenvuelvan en nuestra sociedad, la justicia social y la solidaridad. Inexorablemente el futuro de nuestra comunidad estará en manos de los jóvenes de hoy. Nuestra responsabilidad ante la historia y ante las próximas generaciones, no acepta vacilaciones. Con el legado sobre nuestra espaldas de los que entregaron todo, en casi 18 años de lucha, de resistencia sacrificada en que la militancia peronista puso lo mejor de sí misma, tras un grito y una consigna: “Perón vuelve”.
Formosa, y la Argentina toda, deposita sus esperanzas en nuestra capacidad de trabajo, en nuestro fraterno accionar y en la ambición que nos conmueve en lograr para siempre los pilares de esta revolución.
Juventud Peronista de Formosa
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