Cristina destacó la importancia de profundizar el vínculo bilateral más allá de haber pasado “tormentas económicas”

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner culminó ayer su primer visita de Estado a España con dos discursos en la Casa de las Américas y en el Parlamento nacional, donde reconoció que el vínculo bilateral pasó "tormentas económicas" pero aseveró que la relación "nunca fue tan profunda" como en la actualidad.La primer mandataria hizo estas declaraciones luego de que ayer el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y el propio rey Juan Carlos de Borbón admitieran que el conflicto con la empresa ibérica Marsans por la decisión del gobierno argentino de expropiar Aerolíneas Argentinas es "complicado" y anhelaran una "solución".

En la última jornada, la demorada visita de Cristina Kirchner a España llevó también la ratificación de que empresas españolas como Telefónica, Repsol-YPF y el Grupo Santander seguirán invirtiendo en la Argentina."Puede haber tormentas económicas, o diferencias de enfoque pero lo más importante es demostrar que en estos cinco años no sólo había que crecer para poder generar rentabilidades, sino que -a pesar de graves y severas dificultades- no hemos hecho más que profundizar el vínculo" entre Argentina y España, destacó hoy la presidenta.El conflicto con la ex concesionaria de Aerolíneas marcó el único punto de "tensión" en las relaciones bilaterales, que fue reflejado por casi todos los medios de prensa madrileños y la jefa de Estado se encargó de relativizar en cada una de sus apariciones públicas."La relación bilateral nunca fue tan profunda como en esta etapa", afirmó Fernández de Kirchner al participar esta mañana del Foro Tribuna Iberoamericana, su primer actividad del día.La presidenta se reunió en la Casa de las Américas con el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.El año que viene, en el marco del Bicentenario, la Argentina será sede de la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno.Luego, en su discurso ante ese foro, reiteró su reclamo por "cambios" en los organismos multilaterales de crédito y en la ONU: "Debemos impulsar la profundización de la relación y las reformas estructurales que hoy necesita el mundo, y no caer en el recurso gatopardista de cambiar algo para que nada cambie", afirmó.La mandataria señaló que la crisis global deja ver que "no podía subsistir un mundo donde la concentración económica financiera era cada vez mayor y el capitalismo había roto su propia lógica".En ese marco, consideró que la Argentina fue un "conejillo de Indias del neoliberalismo y el Consenso de Washington".También volvió a cuestionar el funcionamiento de la ONU: "Las resoluciones de las Naciones Unidas sólo deben ser cumplidas por países que son pequeños y que no forman parte del Consejo de Seguridad, pero que si se forma parte de las grandes ligas, las reglas se pueden violar en forma sistemática", advirtió y pidió a España apoyar "cambios estructurales" en esos organismos.Al finalizar ese encuentro, Cristina Fernández se reunió por separado con los titulares de las empresas Telefónica, César Alierta; Repsol-YPF, Antonio Brufau y con directivos del Grupo Santander-Río, que le confirmaron su intención de mantener las inversiones previstas para este año en el país.Luego, almorzó en el palacio de La Moncloa con la vicepresidenta Fernández de la Vega y por la tarde fue agasajada con una sesión especial en el Parlamento español, donde brindó su segundo discurso del día.Ante unos 350 diputados españoles, pidió construir un "capitalismo diferente" y advirtiera que "no hay sustentabilidad de la rentabilidad empresaria si no hay una sociedad que participa" de las ganancias.Antes de partir esta noche hacia Buenos Aires, Fernández de Kirchner brindó una recepción de despedida a los reyes de España en el palacio de El Pardo, donde se alojó durante los dos días de estadía oficial y agradeció por el trato recibido como "hija y nieta de esta tierra"."Brindo por el inalterable e indestructible vínculo entre los pueblos y los gobiernos de España y la Argentina", dijo la jefa de Estado a los reyes, tras invitarlos a sentirse "como en su casa".