Los tiempos de crisis también son de oportunidades

Expresó el vicegobernador Floro Bogado que “los tiempos de crisis también son tiempos de oportunidades” al aludir al desequilibrio mundial derivado del crack de Wall Street.

“La hora nos exige a todos los argentinos, más allá de la ideología o religión que profesemos, conjugar el verbo de la unidad y no exacerbar las falsas antinomias o los intereses particulares o sectoriales por encima de los objetivos favorables al conjunto”, remarcó.


Admitió que oscuros nubarrones se ciernen sobre la humanidad por la debacle financiera, energética y alimentaria, demostrando que tanto el fracaso de las sociedades que endiosan al mercado (capitalismo) como al Estado (comunismo) renuevan la vigencia de la tercera posición, el peronismo; porque “nuestro ideario abandona la economía libre y la economía dirigida de los imperios perimidos para dar paso a un sistema económico social donde el capital se pone al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar general de todos y cada uno de los miembros de la comunidad”.

Reconoció el resultado catastrófico del neoliberalismo hegemónico de los últimos dos decenios -tras la caída del comunismo con el muro de Berlín-, que dejó al mundo sumido en una profunda desigualdad social, “mientras que nosotros –siguiendo las verdades de Perón y Evita- nos esforzamos por la realización del ser humano y, simultáneamente, de la comunidad”.

Sostuvo que esta nueva como difícil coyuntura mundial debe visualizarse no como un obstáculo insalvable sino como una oportunidad admisible. “Si bien hay una crisis de achicamiento de mercados o de rentabilidad, también se visualiza la oportunidad de crecimiento en la búsqueda de las herramientas aptas para afrontar favorablemente las dificultades. Entonces, agregó, a esa cohesión social es necesario adosarle la cuota de ingenio, organización y solidaridad para poder vencer a los desafíos que se avecinan”, dijo.

Subrayó que también es un reto para nuestro continente donde, a pesar del impacto negativo en materia económico-financiera y los agoreros de turno, también se abren perspectivas favorables. En este sentido, recalcó que “individualmente nuestros países carecen de la unidad económica que garantice su porvenir pero unidos, representamos la unidad económica más formidable que pueda existir”.

“Ello es factible, aún en la actual coyuntura, pero si somos capaces de coordinar políticas que fomenten la integración real, fortalezcan sus instituciones supranacionales, avanzando en la estructuración de un banco y un sistema de seguridad común, avancen en la complementariedad económica, evitando la competencia entre nosotros y buscando reducir las asimetrías”, destacó.

“Los nuevos interrogantes se salvan no sembrando dudas sino nuevas respuestas que sólo pueden emanar de políticas solidarias de inclusión y de una mayor equidad en la distribución de la riqueza. De allí la necesidad de crear consensos que sustenten la unidad porque como decía Perón las medidas de gobierno no sirven para nada si no los refrenda la voluntad del pueblo”.

“Por ello, entendemos –afirmó- que el camino correcto pasa por el diseño de políticas que contemplen una nueva relación entre el Estado, el mercado y la comunidad, para que un sistema auténticamente democrático de vida, deje en el rincón olvidado de la historia al individualismo decrépito y al Estado omnipotente, para dar paso definitivamente a un nuevo orden más fraterno y equitativo, asentado sobre valores más humanos y cristianos”, resaltó Bogado.