1976 - 24 de Marzo - 2009
El 24 de Marzo de 1976 la Junta Militar dirigida por Videla, Massera y Agosti cumple el sueño de la oligarquía, de un Golpe llega al gobierno y comienza a socavar los cimientos del modelo instaurado por la Revolución Nacional iniciada por el peronismo en 1945.
Si bien ya venían haciéndolo desde 1955 este nuevo golpe se propuso barrer no solo la Industria nacional y la posibilidad de ascenso social, sino también y muy especialmente la resistencia de los trabajadores y sus organizaciones. A eso apuntó Martínez de Hoz el 2 de Abril de 1976 anunciando la "liberalización" de la economía y a apuntalar eso se dedicaron los grupos de tareas, secuestrando, torturando y asesinando a dirigentes políticos, sociales, estudiantiles y todos aquellos que pudieran resultar un escollo a la implementación de un país para pocos.
Aquellos compañeros que habían derrotado a la dictadura de Lanusse, que bajo la consigna LUCHE Y VUELVE habían traído al General Perón de regreso a la Patria fueron perseguidos y desaparecidos para que las generaciones futuras jamás sepan que hubo una vez un país en rebelión, que el pueblo harto de sufrir persecuciones y proscripciones pasó a la acción y salió a las calles, que hubo una juventud con ideales y convicciones que salió a luchar, con las armas que el sistema le dejaba, que no fueron ellos quienes eligieron ese camino, que la oligarquía impuso las condiciones de la batalla, que la violencia de arriba engendró a la de abajo, que fueron tiempos en que el camino de la Liberación Nacional parecía estar a la vuelta de la esquina, y éste camino era abonado por miles de compañeros con solidaridad revolucionaria, en villas, en las fábricas, en las universidades, en el arte, en capillas donde Cristo el carpintero revolucionario de Galilea volvía a llenar de significado sus clavos y sus heridas.
La oligarquía contó con aliados incondicionales al capital extranjero, las bandas fascistas de la Triple A, la burocracia sindical, Balbín y cierta dirigencia radical, la cúpula de la Iglesia, "intelectuales" como Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, el apoyo "crítico" del Partido Comunista y obviamente los que harían el trabajo sucio: las Fuerzas Armadas. Así, el ejército, lejos de la tradición sanmartiniana se transformó en fuerza de ocupación de su propia patria, transnacionalizando la economía, combatiendo a los "subversivos" que osaran resistirse al saqueo del país, haciéndolos sufrir toda clase de vejámenes y tormentos que compitieron con los nazis por su ferocidad.
El objetivo: Imponer el modelo neoliberal a sangre y fuego, eliminando toda resistencia popular y, de paso, vaciar al peronismo de su contenido revolucionario y movimientista. A eso apuntaban al "seleccionar" dirigentes para ser asesinados y dejar vivos a los que podían ser útiles a sus fines, intentando transformar al Justicialismo en un partido liberal más, alejado del Movimiento y continuador de sus políticas económicas.
Algunos gobiernos democráticos fueron cómplices de los dictadores porque continuaron su obra: desmantelaron el aparato productivo dejando sin trabajo a millones de argentinos, destruyeron la salud y la educación, regalaron el Estado, y el nuevo genocidio, el de los niños que mueren de hambre en nada difiere al de los asesinos del Proceso.
Pero como la noche no es eterna, cuando nos creyeron derrotados, VOLVIMOS. Emergimos con nuestra mística militante. Los 30.000 compañeros reviven en cada lucha, en cada nueva bandera que se levanta, saben muy bien que no los olvidamos y que no vamos a traicionarlos, que seguimos llevándolos en las mismas siglas que aunque los gorilas intentaron vaciarlas de significado con los traidores de afuera y de adentro siguen vivas y continúan siendo una declaración de guerra del pueblo en rebelión, 3 palabras apenas resumiendo lo mejor del Peronismo, seguimos siendo "La Gloriosa JP"
Juramos que esta, nuestra bandera de guerra, no ha de bajarse hasta que el último reducto de la Patria sea libre y el último de nuestros hermanos apropiados por los dictadores vuelva al seno de su familia. Por eso desde la Juventud Peronista queremos recordar a los compañeros desaparecidos. Venimos a reivindicar a los compañeros caídos por ser peronistas, a hacernos cargo de los nuestros. Si bien los muertos son del Pueblo, los caídos en su gran mayoría eran compañeros peronistas. También y cómo no hacerlo reivindicar a las miles de compañeras y compañeros militantes que quedaron vivos. Nos interesa reivindicar la lucha de los que se la jugaron, de aquellos que fueron olvidados.
Desde el regreso de la democracia, muchos burócratas insertos en las estructuras de nuestro partido comenzaron a negar a los desaparecidos, sumergiendo en un olvido injusto a aquellos que habían sufrido tormentos y hasta entregado su propia vida en defensa del peronismo.
Esto facilitó que grupos de la izquierda argentina, algunos de los cuales habían apoyado al golpe de Videla, se "adueñaran" de los desaparecidos e inventaran la mentira de que los desaparecidos eran desaparecidos "por ser de izquierda" y no "por ser peronistas". Cuando estos grupos recuerdan el episodio conocido cono "La Noche de los Lápices" jamás dicen que los chicos desaparecidos esa noche -como Claudia Falcone, por ejemplo- eran de la UES, rama estudiantil secundaria de la Juventud Peronista.
Que quede claro, no venimos a disputar con nadie el etiquetamiento de los desaparecidos. Venimos en un acto de justicia a reivindicar a los compañeros desde el peronismo. A mantener en alto las mismas banderas, las mismas siglas, a asumir parte de una historia cargada de gloria, héroes y mártires. A asumir que este, un Gobierno Nacional peronista, es el que nuevamente lidera las transformaciones sociales en beneficio del Pueblo, por eso bancamos a la compañera CRISTINA.
PORQUE NO NOS HAN VENCIDO, VOLVIMOS UNA VEZ MÁS, como aluvión zoológico sobre el gorilaje. ESTE ES NUESTRO MEJOR HOMENAJE A LOS QUE NOS PRECEDIERON EN LA LUCHA.
Porque aunque 30.000 veces nos maten, 30.000 veces volveremos, porque nosotros somos Pueblo y el Pueblo es eterno.
Si bien ya venían haciéndolo desde 1955 este nuevo golpe se propuso barrer no solo la Industria nacional y la posibilidad de ascenso social, sino también y muy especialmente la resistencia de los trabajadores y sus organizaciones. A eso apuntó Martínez de Hoz el 2 de Abril de 1976 anunciando la "liberalización" de la economía y a apuntalar eso se dedicaron los grupos de tareas, secuestrando, torturando y asesinando a dirigentes políticos, sociales, estudiantiles y todos aquellos que pudieran resultar un escollo a la implementación de un país para pocos.
Aquellos compañeros que habían derrotado a la dictadura de Lanusse, que bajo la consigna LUCHE Y VUELVE habían traído al General Perón de regreso a la Patria fueron perseguidos y desaparecidos para que las generaciones futuras jamás sepan que hubo una vez un país en rebelión, que el pueblo harto de sufrir persecuciones y proscripciones pasó a la acción y salió a las calles, que hubo una juventud con ideales y convicciones que salió a luchar, con las armas que el sistema le dejaba, que no fueron ellos quienes eligieron ese camino, que la oligarquía impuso las condiciones de la batalla, que la violencia de arriba engendró a la de abajo, que fueron tiempos en que el camino de la Liberación Nacional parecía estar a la vuelta de la esquina, y éste camino era abonado por miles de compañeros con solidaridad revolucionaria, en villas, en las fábricas, en las universidades, en el arte, en capillas donde Cristo el carpintero revolucionario de Galilea volvía a llenar de significado sus clavos y sus heridas.
La oligarquía contó con aliados incondicionales al capital extranjero, las bandas fascistas de la Triple A, la burocracia sindical, Balbín y cierta dirigencia radical, la cúpula de la Iglesia, "intelectuales" como Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, el apoyo "crítico" del Partido Comunista y obviamente los que harían el trabajo sucio: las Fuerzas Armadas. Así, el ejército, lejos de la tradición sanmartiniana se transformó en fuerza de ocupación de su propia patria, transnacionalizando la economía, combatiendo a los "subversivos" que osaran resistirse al saqueo del país, haciéndolos sufrir toda clase de vejámenes y tormentos que compitieron con los nazis por su ferocidad.
El objetivo: Imponer el modelo neoliberal a sangre y fuego, eliminando toda resistencia popular y, de paso, vaciar al peronismo de su contenido revolucionario y movimientista. A eso apuntaban al "seleccionar" dirigentes para ser asesinados y dejar vivos a los que podían ser útiles a sus fines, intentando transformar al Justicialismo en un partido liberal más, alejado del Movimiento y continuador de sus políticas económicas.
Algunos gobiernos democráticos fueron cómplices de los dictadores porque continuaron su obra: desmantelaron el aparato productivo dejando sin trabajo a millones de argentinos, destruyeron la salud y la educación, regalaron el Estado, y el nuevo genocidio, el de los niños que mueren de hambre en nada difiere al de los asesinos del Proceso.
Pero como la noche no es eterna, cuando nos creyeron derrotados, VOLVIMOS. Emergimos con nuestra mística militante. Los 30.000 compañeros reviven en cada lucha, en cada nueva bandera que se levanta, saben muy bien que no los olvidamos y que no vamos a traicionarlos, que seguimos llevándolos en las mismas siglas que aunque los gorilas intentaron vaciarlas de significado con los traidores de afuera y de adentro siguen vivas y continúan siendo una declaración de guerra del pueblo en rebelión, 3 palabras apenas resumiendo lo mejor del Peronismo, seguimos siendo "La Gloriosa JP"
Juramos que esta, nuestra bandera de guerra, no ha de bajarse hasta que el último reducto de la Patria sea libre y el último de nuestros hermanos apropiados por los dictadores vuelva al seno de su familia. Por eso desde la Juventud Peronista queremos recordar a los compañeros desaparecidos. Venimos a reivindicar a los compañeros caídos por ser peronistas, a hacernos cargo de los nuestros. Si bien los muertos son del Pueblo, los caídos en su gran mayoría eran compañeros peronistas. También y cómo no hacerlo reivindicar a las miles de compañeras y compañeros militantes que quedaron vivos. Nos interesa reivindicar la lucha de los que se la jugaron, de aquellos que fueron olvidados.
Desde el regreso de la democracia, muchos burócratas insertos en las estructuras de nuestro partido comenzaron a negar a los desaparecidos, sumergiendo en un olvido injusto a aquellos que habían sufrido tormentos y hasta entregado su propia vida en defensa del peronismo.
Esto facilitó que grupos de la izquierda argentina, algunos de los cuales habían apoyado al golpe de Videla, se "adueñaran" de los desaparecidos e inventaran la mentira de que los desaparecidos eran desaparecidos "por ser de izquierda" y no "por ser peronistas". Cuando estos grupos recuerdan el episodio conocido cono "La Noche de los Lápices" jamás dicen que los chicos desaparecidos esa noche -como Claudia Falcone, por ejemplo- eran de la UES, rama estudiantil secundaria de la Juventud Peronista.
Que quede claro, no venimos a disputar con nadie el etiquetamiento de los desaparecidos. Venimos en un acto de justicia a reivindicar a los compañeros desde el peronismo. A mantener en alto las mismas banderas, las mismas siglas, a asumir parte de una historia cargada de gloria, héroes y mártires. A asumir que este, un Gobierno Nacional peronista, es el que nuevamente lidera las transformaciones sociales en beneficio del Pueblo, por eso bancamos a la compañera CRISTINA.
PORQUE NO NOS HAN VENCIDO, VOLVIMOS UNA VEZ MÁS, como aluvión zoológico sobre el gorilaje. ESTE ES NUESTRO MEJOR HOMENAJE A LOS QUE NOS PRECEDIERON EN LA LUCHA.
Porque aunque 30.000 veces nos maten, 30.000 veces volveremos, porque nosotros somos Pueblo y el Pueblo es eterno.
LUIS A. SEBRIANO (h)
GENERACIÓN FEDERAL
GENERACIÓN FEDERAL
Compañero Luis, son conmovedoras las palabras.
ResponderEliminarMe adhiero absolutamente a tu mensaje.
Un abrazo
¡QUE GRANDE CUMPA! Así es, éstas son 30.000 razones que heredamos, 30.000 razones en nuestro espíritu, 30.000 razones en nuestros corazones, 30.000 razones centinelas, ángeles guardianes en nuestras almas que encienden la llama que arde desde nuestras convicciones. Ésta es nuestra valiente historia cumpa. Me gustó mucho lo que escribiste.
ResponderEliminar¡Un Abrazo Compañero Luis!