martes, 27 de enero de 2009

Volver al pasado

A medida que corren los días en el calendario del año 2009 se multiplican las visiones sobre la realidad de nuestra provincia, lo que indica que empezó a correr el calendario electoral con vistas a los comicios del mes de octubre.

Al cumplirse 25 años del retorno de la democracia, los formoseños podemos exhibir con orgullo el hecho de convivir en una sociedad democrática, donde se respetan los mandos populares y las decisiones de la mayoría del conjunto sin limitaciones.

En ese contexto, es decir en el ámbito de una sociedad democrática, se definirán las elecciones legislativas de este año donde una vez más la oferta política es policromática y en ese abanico de ofertas, como la cola del pavo real, se escuchan voces de fe y esperanza, como voces nihilistas, de pesimismo y de negación de la realidad.

Sería un despropósito propio de fanatismos patológicos expresar que los grandes problemas que aquejan a los ciudadanos se encuentran categóricamente resueltos, pero nadie puede dudar de cuánto hemos avanzado los formoseños.
Los ciudadanos que residen en los pueblos que se formaron a la vera de las vías del tren y de la ruta nacional 81 conocen perfectamente las ventajas de desarrollo estructural que representa la culminación de dicha vía de comunicación, sólo comparable cuando Formosa se integró hacia el oeste por el Ferrocarril Belgrano y hacia el sur por la ruta nacional 11. La ruta 81 es la obra de entre siglos que define la importancia de Formosa.

Sin embargo, algunos sectores nostálgicos de una Alianza de partidos proponen volver al pasado. Ven en viejos personajes, que preferían ser temidos antes que respetados, una “esperanza de cambio”, como el caso del doctor Vicente Joga, un auténtico representante de lo que “ya fue”.

Sólo el general Perón, único e irrepetible en la historia, pudo volver después de 18 años de exilio forzado con el apoyo de esa juventud maravillosa, de las mujeres y los trabajadores.
Todo cambio significa un salto cualitativo hacia delante, jamás hacia atrás, donde las posibilidades de desarrollo de Formosa se limitaban a una visión agro-pastoril de la provincia, condenada a una economía cerrada que comprimía aún más el mercado laboral y se sustentaba en el ejercicio prebendario del poder.

Sólo basta recordar aquella época en que la bicicleta financiera de algunos obligaban a percibir los haberes de un cronograma de pago que se iniciaba el día 20, la ausencia de debates, las privatizaciones de los servicios públicos y del Banco Provincia, los aventureros proyectos de incursión política en otras provincias y el expreso desconocimiento de “lo nuestro” hasta el punto de subalternizar todo aquello que tenga olor a formoseño, entre otras “perlas” que evidentemente algunos añoran.

La mano abierta del justicialismo arranca con su larga tradición frentista y siempre estuvo integrado por sectores del pensamiento de Alem e Irigoyen, de Frigerio y de Frondizi, de Juan B. Justo, de la izquierda criolla de Jorge Abelardo Ramos, de Independientes y Vecinalistas y de todo quienes quieran sumarse a un proyecto provincial reafirmando la auténtica identidad multiétnica y pluricultural, tal como lo consagra nuestra Constitución.

En suma, en el modelo que se practica, hay lugar para todos, porque no interesa como piensen, sino como hacen para construir todos juntos el presente y el futuro de Formosa, lo único que no debemos hacer es volver al pasado. Ya fue.

Dr. Roberto Cantero
DNI Nº 21.659.007

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