LA UCR CONTINÚA CON SU CAMINO DE CONTRADICCIONES

Algunos representantes del radicalismo local salieron a expresar en los medios periodísticos sus ideas acerca de la figura del actual vicepresidente Julio C. Cleto Cobos. Y prestando detenida atención en el reiterado fundamento de sus alegatos se puede vislumbrar la decadente fragilidad de la lógica inconsistente y superficial de éstos pseudopensadores del universo político provincial y nacional.
Desde el pueblo, a esta altura ya muy desorientados, escuchamos las voces de quienes van y vienen como pelotita de ping pong, que en alguna oportunidad se rasgaron las vestiduras hablando de las faltas serias a la ética partidaria, expulsando a Cobos de sus registros de afiliados de su partido un 19 de septiembre del año 2.007 e inhabilitándolo de por vida a ocupar funciones o candidaturas de cualquier índole en nombre de la UCR. Y luego de tanto lamento y descalificación, hoy se convierten en los paladines defensores de ese mismo personaje que desterraron por presunta traición.


¡Quien diría! Las vueltas que da la vida… Pues ese mismo individuo al que demasiada importancia se le da, se convirtió desde los primeros tiempos de su vicepresidencia en un triste y lamentable antecedente mundial de absoluta contradicción. Pensar que por un lado están quienes solo saben mirarse al ombligo, y desde un análisis muy superficial se preocupan por resguardar la imagen corroída de éste señor, y por otro los que intentamos defender la gobernabilidad de toda una nación. Hecho éste último que va mucho más allá de la forma propiamente dicha, pues responde al fondo de las funciones que cada representante debe cumplir de manera responsable y no de la apariencia individual de ellos.
Pero la evidencia habla por si sola, y nos muestra que aún éstos nichos partidarios como la UCR no logran consolidar acciones concretas propias de un proyecto, y es por ello que constantemente deambulan con discursos muy adornados bajo la sombra de las formas que le define la coyuntura. Se acomodan como el agua lo hace en el vaso, y egocéntricamente sin importarles más que su propio rédito, son capaces de defender hasta lo indefendible.
¿Con que autoridad hablan del “procurar la unión, la paz y la concordia”? Si ellos mismos fueron los principales promotores políticos de la violencia que sufrimos los argentinos a fines del 2.008 en aquellas disputas empeñadas desde el agro sojero, que nos provocaron desabastecimiento, crisis social y económica y hasta la muerte de algunos transeúntes que murieron en las rutas arriba de ambulancias por no poder llegar a los hospitales. ¿Cómo pueden ser tan faltos de vergüenza, tan cínicos y embusteros…?
También se los escucha hablar de la división de poderes, pero el problema mas grave es que en las lamentables oportunidades en las que gobernaron el país y la ciudad, han demostrado absoluta incapacidad hasta para ejecutar el propio poder que la función les demandaba. Y todo ello es así, sus contradicciones, sus ineficiencias e ineficacias, sus desatinos, sus idas y vueltas, fundamentalmente por la simple razón, de que estos señores desconocen lo que es trabajar desde un proyecto político, en un equipo, con sentido colectivo, con objetivos claros y realizables sustentado con ideas de fondo, y entre sus propias individualidades se pierden constantemente en la forma de la superficie.
Siempre han defendido todo aquello que va contrapelo de la voluntad popular, pues el Vicepresidente ha sido elegido para que acompañe una gestión de gobierno que representa un proyecto de gobierno auténticamente federal, de inclusión social y de defensa nacional. En cambio el edil, lo único que hace es ir a contramarcha de cada uno de estos ejes, desde el voto no positivo de la 125 (que significó el desfinanciamiento del gobierno para que se produzca la auténtica redistribución de la riqueza, el fortalecimiento de las políticas equitativas para el desarrollo nacional, y que favoreció a la profundización del modelo agroexportador de materias primas en desmedro del incipiente desarrollo industrial, a la desregulación de la economía y la desprotección de los precios de la canasta básica alimenticia), hasta la mal aprobación de la ley unitaria de la coparticipación del impuesto al cheque. Todas medidas en sentido contrario a los intereses populares, que desprotegen a las provincias que más atención merecen, a los trabajadores, a los sectores sociales más marginados y a la clase media.

Una vez mas, y para no variar la a sincronía de la marcha, la UCR continúa su camino de contradicciones y embate a los legítimos intereses del pueblo.

Fernando M. Inchausti