El compañero Agustín Samaniego, sostuvo que “la premisa de crecimiento con equidad, igualdad de oportunidades y de desarrollo integral de nuestra provincia se ha transformado en un imperativo ético para los formoseños. Para ello estamos ejecutando un proyecto que desde una concepción amplia del Estado, orienta los recursos públicos a generar iguales condiciones de progreso a todos los sectores con justicia, solidaridad y equilibrio”.
De todos modos, el compañero advirtió que “desafortunadamente un sector de la oposición, producto de su intransigente ceguera y obstinada necedad, no logra dimensionar lo que acontece frente a sus ojos y deslindándose de cualquier grado de responsabilidad política e institucional elige la crítica falaz y especuladora como única y exclusiva herramienta de acción”.
“Observamos con un dejo de pena como desde un sector de ex peronistas, quizás nunca lo fueron en realidad, ex funcionarios, inclusive un ex mandatario, en pomposas cenas intentan crear desavenencias entre los formoseños, realizando análisis de laboratorio, erigiendo discursos discordantes, lucubrando dicotomías falaces y buscando fingidamente reivindicaciones salariales de un sector de formoseños”, dijo Agustín en abierta alusión a recientes declaraciones del sector liderado por Joga.
Consideró Samaniego como algunos “tienen una acepción miope, administrativista del Estado, como mero tesorero de sueldos olvidan la misión y múltiples funciones del mismo dentro de una comunidad organizada, como entre otras, la de construir consensos y armonizar fuerzas divergentes e intereses que pueden estar encontrados dentro de una sociedad”.
“Por un lado, un ex gobernador tiene la obligación de revisar su gestión en este aspecto, y por otro examinar cuidadosamente su alianza con el intendente capitalino radical que terminó su gestión adeudando tres salarios y un aguinaldo a los estatales municipales”, enfatizó, para subrayar que “nadie puede negar la prudencia y sentido de la responsabilidad con que ha direccionado el Gobierno actual los recursos de todos los formoseños, y el reconocimiento permanente que ha tenido para con el trabajo y dedicación de los empleados estatales de manera directa en su política salarial sustentable, y de manera indirecta con servicios alta calidad en salud, educación, mejoramiento de la infraestructura básica, etc.”.
Con justo tino, opinó que “otra faceta de sus discursos y en realidad su única propuesta real, es la de convocar a irascibles reclamos al formoseño imitando lo que acontece en otros lugares. Como si la energía popular se canalice sólo en la promoción de disputas. En esta instigación e intento de agitación permanente por parte de este sector quizás hallemos la razón y génesis de su accionar de sus últimos años. El ex gobernador desconoce total y absolutamente la idiosincrasia del pueblo formoseño, menosprecia su capacidad de resolver conflictos, y subestima, como antaño, su inteligencia, valentía y coraje”.
“Debe quedar en claro para propios y extraños, que el pueblo formoseño ha tomado definitivamente y para siempre las riendas de su propio destino. Atrás quedaron, y para no volver jamás, los años de desprecio a nuestro ser formoseño, el vilipendio a nuestra cultura y la infravaloración de nuestro intelecto. Ese ciclo político agotado y perimido, ni sus exequias, podrán doblegar el denodado esfuerzo de los formoseños”, afirmó convincentemente el compañero legislador.
lunes, 19 de abril de 2010
Las banderas del justicialismo en Formosa permanecen incólumes
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