Si algo ha demostrado la crisis internacional en curso, es que la economía no es una ciencia exacta, a pesar de que muchas consultoras y fundaciones neoliberales así suponen, ni que tampoco es factible trasplantar modelos ni teorías, sin que previamente se realice el testeo, a efectos de verificar si las irregularidades empíricas de estas teorías se cumplen, esto lógicamente abarca al sistema de indicadores utilizados para verificar las mismas que también están severamente cuestionados, entre otras cosas por no reflejar el bienestar social, etc. Esta breve introducción tiene como propósito analizar un informe elaborado por la consultora extra provincial (porteña) Abece, en la que considera (hipótesis), ya que no lo confirma, que el nivel de préstamos puede ser utilizado como un indicador del nivel de actividad económica.
Lo que no aclara el informe es que no sólo existen préstamos personales, que no son precisamente utilizados para financiar un nuevo emprendimiento productivo o proyectos que ya están en marcha, sino que se utilizan para financiar consumo, a su vez existen otras modalidades de préstamos como adelantos en cuenta corriente, documentos descontados, préstamos hipotecarios, prendarios, tarjetas de crédito, documentos a sola firma, etc, que no analiza el informe, sin embargo aún el crédito o el préstamo de largo plazo para la producción a nivel agregado sigue siendo escaso y muy concentrado, producto de la aún vigente ley de entidades financieras y de una ley orgánica del Banco Central diseñada para la especulación y no para la producción, que permitió sustituir las entidades crediticias regionales por instituciones nacionales, dando lugar a que el 85% de las sucursales de los diez bancos más grandes se concentre sólo en cinco provincias, generando profundas asimetrías ya que el norte grande posee sólo el 10% del total de sucursales bancarias, además de condicionar el acceso al crédito de las PyMES a través de tasas de interés elevadas, situación que comienza a modificarse. Este es un tema innegable (situación que en Formosa presenta otra realidad, dado que desde el sector público y a tasa subsidiada se asiste al sector productivo). En cuanto a que el nivel de préstamo es un indicador de nivel de actividad económica, es una aseveración errónea por lo menos para nuestro país que luego del default más grande de la historia ha quedado al margen de los mercados voluntarios de deuda, así mientras que antes del default la relación entre préstamos y PBI llegaba al 23%, guarismo de todos modos bajo (el más bajo ya sea lo comparemos con América Latina, o cualquier otra economía de desarrollo intermedio y con más razón con los países avanzados), en el año 2009 esta relación fue de sólo el 12%, en tanto que países como Brasil y Chile tienen un ratio de 39% y 70,2%, Venezuela también manifiesta un ratio más elevado que llega al 22% del PBI, en Francia la relación es del 100%, sin embargo suponer que el nivel de préstamos es un indicador del nivel de actividad económica, que se mide hasta hoy en términos de evolución del PBI, es otra falacia además de la ya señalada. Así si tomamos para el análisis dos países latinoamericanos, como Chile y Brasil, con sistemas bancarios más desarrollados (y con una banca estatal que asimila sus funciones al de servicio público) que el nuestro (por lo menos para financiar la producción), y vemos la evolución del nivel de actividad económica en el período 2003-2008, vemos que en este período por ejemplo Brasil manifestó un crecimiento del 27%, Chile del 31,5% y Argentina del 63%, es decir que si fuera cierta la regularidad empírica que pretende asignar Abeceb a la relación entre préstamos y crecimiento, nuestro país debería haber crecido menos que Chile y Brasil y queda demostrado que no fue así, por lo menos para el período analizado pierde consistencia. En tal sentido, nuestra provincia no sólo ha crecido como en ningún otro período de la reciente historia en términos de PBI, sino que también, como ya mencionáramos, la asistencia crediticia y a tasa subsidiada del Estado provincial al sector productivo, es incuestionable, por ejemplo al sector agrícola se destinaron 38,5 millones, para el sector ganadero $37,7 millones, (desde el 2007 en este último sector las líneas de crédito ascienden a los 85,5 millones). En el marco del programa ganadero se han otorgado créditos por $24,4 millones, se han destinado $10 millones en el marco de las medidas para hacer frente a las crisis del año 2009 orientados al sector comercial, etc. Datos estos que la consultora desconoce. Entonces los informes de las consultoras como la mencionada, de carácter parcial y sin testeo de las regularidades empíricas de la economía, en materia conceptual confunden al pueblo y ponen en tela de juicio su idoneidad en la materia, ya que siguen utilizando la foto y no la película para sus análisis.
Andrés Quintana Franco
DNI 17.560.599
martes, 6 de abril de 2010
Las falacias de las consultoras
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