Transcurría el año 1991 cuando comencé a viajar por cuestiones laborales y recorrer palmo a palmo el interior de nuestra querida provincia, justo al entonces director del Registro Civil, Osvaldo Tarantini. Vienen a mi mente recuerdos de lo vivido por aquellos años y, proyectándolo a la actualidad, como formoseño es tan grande mi orgullo, de ser y haber sido parte de éste modelo de Gobierno provincial que sigue trabajando incansablemente por una Formosa mejor, por esa Formosa tan soñada por todos.
Recuerdo particularmente el extremo oeste, los senderos que transitábamos, desde Ingeniero Juárez hasta María Cristina, acompañados siempre por un baqueano de la zona, es decir, un hermano aborigen. Recuerdo también que muchas de esas localidades no contaban ni siquiera con los recursos básicos, como ser, agua y energía eléctrica y, obviamente observábamos en sus habitantes el padecimiento a enfermedades como efecto correlativo a dichas carencias; notábamos personas con tuberculosis, enfermedades venéreas, mal de chagas, etc, muchas de ellas no tratadas y sólo eran conducidas por el inevitable camino a la fatalidad. Sólo Ingeniero Juárez contaba con una ambulancia; y para trasladar a un enfermo de un lugar a otro, se dependía no solamente de la única ambulancia de la zona sino también del pronóstico del tiempo porque los caminos eran realmente inhóspitos e intransitables cuando llovía. La mortalidad infantil y la muerte de la mujer en el parto, eran moneda corriente.
Todos los organismos públicos, tales como escuelas, sala de primeros auxilios, destacamento policial, registro civil eran muy rudimentarios, construidos con materiales de la zona.
Renglón aparte merece el tema de las viviendas de aquellas épocas que, más que viviendas eran hábitat indignos, inhabitables e infrahumanos, fabricados con ramas y barro.
El sacrificio de los docentes es digno de destacar, ya que cruzaban esteros y caminaban largos e interminables kilómetros para llegar a sus escuelas- ranchos con la única finalidad de cumplir su indudable vocación.
Pensando en la actualidad insisto, es grande mi orgullo, porque lo que hace quince años atrás eran sólo presupuestos, hoy se concretaron en hechos y más, les aseguro. Pensemos: construcción de rutas asfaltadas tanto nacionales como provinciales, tales como la Nº 95, la Nº 81 (tramo total), la 86 en ejecución; la Nº 3, la Nº 9 etc; también energía eléctrica en cada rincón de la provincia; como así también agua potable en cada una de las localidades por más pequeña que fuese; viviendas en cada una de las comunidades de hermanos aborígenes y no aborígenes; viviendas PAIPPA, sueño que ningún agricultor pensó alcanzar, únicas en el país; además no nos olvidemos de los modernos establecimientos educativos (primarios, secundarios y terciarios), invaluables para aquellas personas que ya no tienen que trasladarse para continuar sus estudios; centros de salud en todos los rincones con modernos equipamientos; destacamentos y comisarías, también delegaciones de Registro Civil desde Las Lomitas hasta Lote 8 inclusive, todos ellos con modernos equipamientos; no olvidemos la erradicación de enfermedades, como así tampoco la notable reducción en los índices de mortalidad infantil que ha llegado casi en un 80% en el extremo oeste; el Ramal C25; el gasoducto; nuevo Hospital Central en marcha; reactor nuclear, próximamente también la Formosa digital, etc. En síntesis, téngase en cuenta todo el crecimiento no sólo del interior, sino también de la capital toda. Obras éstas que, sin olvidar los del ex presidente Néstor Kirchner, también debemos agradecérselas a él, por haber sido quién ha firmado la reparación histórica de la provincia, a veces tan olvidada por los gobiernos nacionales que hemos tenido los argentinos.
Por todo ello y más, agotando los acotados recuerdos que tengo en mente de aquellos años vividos y largamente padecidos, queridos hermanos formoseños, les propongo que nos unamos para defender la política y el modelo de gobierno provincial y nacional que hoy tenemos, para seguir creciendo como Estado, como provincia, como nación; privilegiando y garantizando el futuro de los que vendrán.
Los invito también a la reflexión, a la memoria. No nos detengamos frente a las críticas inmerecidas de esos grupos corporativos, de esas grandes empresas que sólo persiguen el propio interés, tampoco nos detengamos frente a las críticas infundadas de la oposición que lejos están de ser constructivas o aportar solución alguna; todos ellos sólo colocan palos en la rueda, olvidándose que muchos de los que hoy critican son formoseños nativos y, ocupan cargos claves e importantísimos que los obliga a colaborar aportando ideas y propuestas sin obstaculizar a quienes han sido democráticamente elegidos por el pueblo para gobernar.
Queridos formoseños tampoco olvidemos que hoy, habiendo transcurrido casi veinte años de aquella Formosa del ayer y, gracias a un formoseño, que conoce realmente nuestras necesidades, doctor Gildo Insfrán y a cada uno de sus funcionarios, que día a día dejan sus vidas por nuestra querida provincia, hoy estamos a la altura de la competitividad. Nuestro crecimiento como provincia joven es y será cada vez mayor, si nos unimos fuertemente y, sin dobleces, a nuestro Gobernador y al modelo de Formosa 2015 que hoy se nos propone.
Luciano Presentado
DNI: 8.448.094
miércoles, 14 de abril de 2010
Nadie me lo contó, yo lo viví
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